Historia de la corrupción político-electoral en México
Los fraudes electorales en México son parte de nuestra historia política y han marcado etapas importantes desde hace un siglo.
El IFE inició operaciones en 1990, dos años después de las
controvertidas elecciones presidenciales de 1988 en las que fue electo Carlos
Salinas de Gortari, en medio de denuncias de la oposición de fraude electoral.
El primer IFE no fue autónomo, inició sesiones no como un
organismo autónomo y ciudadano, sino como un organismo perteneciente al Estado.
En 1992 se creó por primera vez una
credencial para votar que incluía la fotografía del votante, la cual comenzó a
servir como identificación oficial.
El año pasado se dio a conocer que el
instituto pagaría 1.6 millones de pesos por el mantenimiento del salón de
sesiones del consejo general, de su auditorio y por otras adecuaciones, lo que
derivó en acusaciones de partidos.
En 1929, cuando Plutarco Elías Calles ya había formado el
Partido Nacional Revolucionario, antecedente del PRI, José Vasconcelos denunció
el fraude con documentos y pruebas.
El caudillo ya dominaba el mundo de la
política mexicana y la denuncia del exsecretario de Educación fue rechazada,
ante lo cual Vasconcelos lanzó el Plan de Guaymas proclamándose presidente
electo, desconociendo a las autoridades y convocando a una nueva revolución.
La misma tónica se mantuvo en los procesos electorales
presidenciales hasta que el fraude se hizo más evidente en 1988 cuando Carlos
Salinas llegó al poder tras la famosa “caída del sistema” imponiéndose a
Cuauhtémoc Cárdenas.