Bienes públicos y bienes privados

Bienes públicos y bienes privados 


Un bien es todo aquello cuyo consumo genera utilidad o beneficio a los individuos. Un bien público se trata entonces de algo que los miembros de una colectividad quieren pero que no pueden conseguir por medios individuales, como por ejemplo, la seguridad o la justicia, las carreteras o las escuelas, el aire limpio o la competitividad de la economía. 

La provisión de estos bienes públicos o colectivos requiere entonces de un esfuerzo coordinado entre los integrantes de la sociedad, el cual se puede alcanzar por medios voluntarios (acción colectiva) o coercitivos (instituciones). La búsqueda de bienes colectivos en contraposición a los bienes individuales, sirve para trazar una línea divisoria entre los ámbitos público y privado.

Todos los individuos que viven en una comunidad pueden obtener bienes para satisfacer sus necesidades, ya sea por medios privados o públicos.

Los individuos que viven en una comunidad obtienen a través de sus medios privados algunos bienes para satisfacer sus necesidades básicas. Las casas, los coches, la ropa o la comida son bienes que se pueden adquirir por medio del mercado o la negociación con otras personas.

A este tipo de bienes se les denomina bienes privados y se caracterizan por ser divisibles, es decir, que pueden ser producidos, fraccionados y consumidos por medios privados. La comida, la ropa, las viviendas o los coches, pueden ser adquiridos en unidades separadas a través de la compraventa o la negociación.


En cambio, existen otros bienes que no pueden dividirse en porciones o partes para que sean usadas por las personas.

La calidad del aire, el valor de la moneda, el uso de los sistemas de pesos y medidas o de los señalamientos de tránsito en las calles, la limpieza de los parques, no se alcanzan por la simple acción individual.

Estos últimos ejemplos proporcionan beneficios colectivos y pueden ser compartidos.

A estos bienes se les denomina bienes públicos en la medida en que no dependen del esfuerzo individual sino colectivo. Los miembros de una colectividad pueden conseguirlos mediante formas de cooperación (voluntaria u obligatoria), acciones conjuntas, trabajo o aportaciones monetarias o en especie, pero como sea se requiere de la participación de la colectividad para conseguirlos.


Los bienes públicos se distinguen por tres características

Son indivisibles, porque son ofrecidos de manera conjunta a todos los individuos interesados en usarlos. 

Son no excluibles o inexcluibles, en tanto que no se puede negar el disfrute o uso del bien a un miembro de la comunidad, ya sea que colabore en su provisión o que no lo haga; por ejemplo, a ningún mexicano se le puede negar el disfrute la seguridad pública a pesar de que no pague impuestos destinadas al pago de los policías.

Por lo mismo, la provisión de los bienes colectivos por parte de la iniciativa privada es socialmente ineficiente ya que la producción de esos bienes tiene un costo por cada consumidor, pero al mismo tiempo no se puede excluir a nadie de su uso, aunque no paguen por ellos.

Por lo tanto, la iniciativa privada no podría percibir las ganancias necesarias para compensar los costos de su producción.

En cambio, la provisión de este tipo de bienes depende de un tercero que asuma los costos de producción, distribución y preservación.

Este tercero es el Estado y sus instituciones públicas, y la manera de generarlos son las políticas. El Estado produce y provee bienes públicos, económicos o estratégicos, de cuyo disfrute no se puede excluir a nadie aun si no se paga por ellos.

Las formas de provisión de los bienes públicos dependen de las características de los tipos de bienes que existen en función de la utilidad que éstos tienen para las personas y de la cantidad de usuarios que los disfrutan.

Puros: son los bienes públicos que todas las personas pueden utilizar sin alterar de ningunamanera la satisfacción por parte de los demás, como por ejemplo, los sistemas de pesos ymedidas, la seguridad o los avances del conocimiento científico. 

Rivalizables: son aquellos cuyo potencial de disfrute depende o de la cantidad que haya delbien o de la cantidad de personas entre las que tenga que distribuir, es decir, la utilidad del bien decrece en la medida en que haya más personas y el tamaño del bien siga siendo el mismo, como por ejemplo, el agua, el aire limpio, las tierras de pastoreo en una comunidad rural o una carretera en horas pico. 

Los bienes rivalizables lo son en la medida en que el uso de un bien por una persona implica que otro no pueda disfrutar del mismo bien en la misma magnitud. Una manera de resolver este problema ha sido la exclusión de ciertas personas del acceso a un bien. 

Esto es lo que sucede cuando se cobra peaje por el uso de un camino o se cobran cuotas para hacer uso de un parque público.

Al introducir un precio por el goce del bien, se excluyen algunos usuarios potenciales que de tener un costo menor gozarán del bien.

A esto se le denomina bienes de club, porque sólo los pueden disfrutar cierto tipo de usuarios.
Ejemplos de bienes de club son las carreteras de peaje que usan quienes pueden pagar el costo, o los créditos fiscales que otorga el Servicio de Administración Tributaria solamente a algunos contribuyentes morosos.  
La provisión de bienes públicos es entonces un problema de redistribución, de acuerdo la disponibilidad, la intensidad de la preferencia, la tecnología disponible y los costos de coordinación colectiva. 

Toda forma de obtención y distribución de los bienes públicos tiene costos, además que los

beneficios pueden ser diferentes para diferentes personas, como en el caso de la seguridad o la limpieza del medio ambiente.

En gran medida, la discusión entre los enfoque keynesiano y neoclásico de la economía –de la cual dimos cuenta más arriba– obedece al establecimiento de los parámetros de cooperación social en torno de los bienes públicos. 

El primero tiende a ampliar la intervención estatal en su generación y establecer criterios sociales para su redistribución, mientras que el segundo pretende la generación privada de bienes públicos y su repartición marginal.

Esta discusión nos lleva a señalar que los buenos propósitos públicos pueden también generar beneficios privados con costos públicos, en la medida en que el Estado también es ineficiente al distribuir bienes públicos; por ejemplo, cuando los costos de producción de los bienes que proporcionan la empresas paraestatales son tan elevados que se distribuyen de manera inequitativa entre los consumidores mediante subsidios generalizados sin considerar el usufructo privado del bien.

Este es el caso de los subsidios homologados a los energéticos o a la producción agropecuaria. 

Es en este punto donde las políticas públicas entran de lleno para tratar de resolver problemas relacionados con las fallas en la provisión de estos bienes, así como la existencia de formas inequitativas o ineficientes de distribución. 

Las políticas públicas producen o incentivan la producción de bienes públicos a través de servicios, acciones y programas de gobierno.

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